Trabaja principalmente con pieles de cabra, abarcando el proceso de elaboración con sus diferentes etapas; desde el remojado inicial, pasando por el piquelado, siguiendo por el curtido vegetal y el lijado final.
Este proceso, que en esencia continúa realizándose con las técnicas tradicionales, permite la obtención de un producto singular y de gran calidad, destinado a la producción de alfombras, pellejos y odres destinados al transporte de mosto y aceite. Manteniendo así viva una tradición cada vez más escasa.
Detalle de la piel curtida secando